Reseña: La misión (Amos y Mazmorras #3)

Libro: 1/2 (segunda bilogía de una serie de 8 libros)

Autor: Lena Valenti

Editorial: Vanir (debolsillo)

Año de publicación: 2012

Número de páginas: 244

Precio aproximado: 9.95€

Género: Romántica adulta (erótica)

Tapa:  tapa blanda sin solapas

Sinopsis: Cuando la agente del FBI Leslie Connelly regresó a Nueva Orleans tras el éxito logrado en la misión de Amos y Mazmorras, no podría imaginarse que su papel en el caso todavía no había finalizado. El cuerpo voluptuoso, el pelo negro y sedoso y la mirada de hielo de la agente llamaron la atención de El Drakon, un poderoso señor de la mafia rusa que había pagado una suma millonaria para comprarla como esclava sexual.
Eso la convierte en la candidata perfecta para la nueva misión: desmantelar la red de trata de blancas de una vez por todas. Para ello contará con la ayuda de un agente del Servicio de Inteligencia ruso muy experimentado: el sexy, rudo y taciturno Markus Lébedev. Pero esta no es la primera vez que colaboran juntos... Ya se habían conocido en el torneo de Amos y Mazmorras, donde «el ruso» se infiltró como amo de un calabozo, y la atracción fue tan inmediata como irresistible.La misión en los Reinos Olvidados es muy delicada, pero la batalla más peligrosa se librará entre las sábanas. Markus y Leslie conocen el mundo oscuro de las fustas, los látigos y el cuero, ¿pero están preparados para el amor?

Markus y Leslie ya se conocían. Coincidieron en la misión Amos y Mazmorras, durante el torneo en las Islas Vírgenes. Allí descubrieron que ninguno estaba en ese lugar por casualidad ni que eran un verdadero Amo y sumisa respectivamente. Ella, una agente infiltrada del FBI. Él, un agente infiltrado del SVR. La tensión se palpó en el ambiente desde el primer momento pero él jamás la tocó. Leslie no puede decir lo mismo. Ese es el motivo por el que Markus se encuentra en Nueva Orleans: para devolverle el favor. Bueno, eso y que se le ha asignado una nueva misión para desmantelar una red de trata de blancas en Rusia con Leslie como compañera y señuelo.

Volvemos a encontrarnos con el tema de la trata de blancas, pero en esta ocasión es una red mucho más grande de la que vemos en el torneo de Dragones y Mazmorras DS. Ahora hay varios países implicados y muchas chicas cautivas que no saben que lo están por culpa del popper que los jefes de toda esta trama se encargan de meter en sus cuerpos. Y esas mismas personas con tanto poder y dinero quieren a Leslie para su jefe. Se fijaron en ella durante el torneo y desde el momento en que puso sus ojos en ella se convirtió en su deseo.

No me voy a andar con rodeos: No me ha gustado. En los dos primeros libros de esta serie teníamos como protagonistas a Lion y Cleo, pero a muchos secundarios que jugaban un papel importante a lo largo de la historia. También pudimos encontrar a tres tramas muy bien llevadas que se entrelazaban entre ellas. En este caso solo tenemos dos personajes y una única trama. Creo que por eso se me ha hecho tan lento y en ocasiones aburrido.

Lena ha intentado dar con este libro un golpe de efecto al tema que ya se toca en los dos primeros libros pero creo que se le ha ido un poco de las manos. Es algo mucho más grande y confuso que, en mi opinión, no se explica con claridad. También se vuelve más rocambolesco con un montón de cabos sueltos que se van entrelazando hasta formar hilos invisibles que unen a todo el mundo entre sí.

Tampoco me ha gustado nada la trama amorosa, si puedo llamarla así. Apenas hay escenas en las que Markus y Leslie no estén metidos de lleno en la misión y tengan un rato para ellos. Era obvio que había tensión sexual entre ellos, y también lógico. Lo que no es creíble es que sin apenas tiempo para ellos pasen de ese deseo a tener sentimientos bastante fuertes el uno por el otro. Nacen de la nada. No está justificado. Ocurre de pronto y sin ninguna explicación.

Como protagonistas, Leslie y Markus no me han convencido. Ella presumía de ser todo lo contrario a su hermana Cleo. Decía ser una mujer fuerte, valiente, independiente, profesional, con una mentalidad fría y calculadora, aptitudes que la llevaron a ser una de las mejores agentes del FBI. Sin embargo, ha demostrado de ser más parecida a su hermana pequeña de lo que a ella le gustaría. Ha actuado de manera temeraria, dejándose llevar por el corazón en lugar de por la cabeza. Ha dejado que Markus lleve las riendas en la misión en todo momento porque, aunque decía no estar de acuerdo y que iba a hacer lo correcto a su manera, al final solo lo decía de boquilla. Nunca lo cumplía. Y, aunque comprensible, le ha podido el miedo en más de una ocasión.

Él por su parte creía que me iba a gustar, pero no ha sido así. La vida le ha hecho volverse una persona oscura, con muchos secretos y rencor, y sobretodo, muy, muy violenta y agresiva. Es muy pasional y él sí que en ningún momento ha usado su cabeza más que para utilizar sus recuerdos para aumentar su rabia. Ha hecho lo que ha querido en todo momento, dándole igual los medios que tuviera que usar para obtener lo que quería ni importarle a quién dejaba fuera. Una cosa que tiene en común con Lion Romano y que no me ha gustado nada es que oculta sus sentimientos hacia Leslie, negándolo, y no deciendo la verdad aunque ella se sintiera humillada y rechazada. ¿Por qué se tienen que hacer los duros? No le veo la gracia ni el sentido.

El final me ha parecido lo más rocambolesco y surrealista que he leído en mucho tiempo. ¿De dónde ha sacado Lena eso? He leído la sinopsis y alguna reseña del siguiente y libro y creo que me puede gustar mucho más que este por personajes que van a salir y por situaciones que se van a dar, pero tampoco quiero hacerme ilusiones y luego darme de morros.

En resumen: La misión es la tercera parte de la serie Amos y Mazmorras en la que estrenamos nuevos protagonistas y ampliamos una trama ya conocida que a mí no me ha terminado de convencer. La relación que surge entre los personajes es precipitada y poco creíble. Creo que se podría haber trabajado de otra manera para que la trama principal no se hiciera tan pesada y la relación romántica pudiera cogerse por algún lado.