24 feb 2019

Reseña: Jaulas de seda (Marabilia #4)

Libro: Serie (4/5)
Autor: Iria y Selene
Editorial: Nocturna ediciones
Año de publicación: 2018
Número de páginas: 630
Precio aproximado: 17€
Género: juvenil, fantasía
Tapa: tapa blanda con solapas

Sinopsis: Ivy de Dione ha sabido siempre que su destino era casarse para poder reinar y ahora, por fin, va a conocer a su prometido. Sin embargo, cuando el príncipe Fausto de Granth llega a las costas de su nuevo reino, no encuentra el lugar tranquilo que esperaba. Dione es en realidad una jaula, y sus barrotes se componen de secretos e intrigas por doquier. Mientras tanto, Marabilia se prepara para la Cumbre, el gran acontecimiento político que reúne a los regentes de los ocho reinos y que podría cambiar las vidas de todos. Es posible que Ivy de Dione conozca su destino, pero también que lleve toda una vida equivocada.

(Contiene spoilers de la primera, segunda y tercera parte)

Ivy de Dione ha crecido escuchando todos los días lo que se espera de ella. Es la princesa del reino, la única hija del rey Derrick, la heredera. Su papel consiste, básicamente, en ser bonita, educada y silenciosa, para luego casarse con el prometido que le hayan asignado y cederle la corona del reino. Aunque en esto último ya fracasaron con la princesa Kay de Dahes hace dos años.
Ahora, la han prometido con el príncipe Fausto de Granth, e Ivy sabe muy bien lo que debe hacer. Aunque no sea precisamente lo que quiere. Pero, ¿sabe acaso lo que realmente quiere? ¿O irá descubriéndolo a la par que a sí misma?
Fausto de Granth es el hijo mediano de la familia real de la isla, pero por ser hombre le toca a él la responsabilidad y el poder de la corona. La boda con la princesa de Dione se celebrará en unas pocas semanas y su misión es ir al reino vecino para instalarse ya allí y conocer la situación, tanto política como a su futura esposa.
Pero por si esto fuera poco dentro de unos días se celebrará la Cumbre que reúne a todos los reyes de Marabilia. Y asuntos muy importantes que pueden cambiar vidas por completo saldrá a colación.

Lo primero que quiero decir es que este ha sido el libro de estas autoras que menos me ha gustado. Eso no quiere decir que no lo haya disfrutado; ya veis, le he dado cuatro plumas. Pero es con el que menos he congeniado, si es que se puede congeniar con un libro.
Esta historia es, sobre todo, un grito por las mujeres. Ya desde la dedicatoria se deja eso bastante claro. También se intuía por cómo acabó el libro anterior, con todo el tema de Kaylen de Dahes, del que no pienso hacer spoilers. Iria y Selene tienen un sello propio que es meter en sus historias ambientadas en épocas antiguas temas de actualidad, bien para dar visibilidad o para reclamar derechos, como es en este caso, que se pueden aplicar a nuestras vidas perfectamente.

Pero dejando de lado por un momento el trasfondo principal del libro, podemos encontrar tres tramas muy diferenciadas: La romántica, con Fausto e Ivy como protagonista; la de la Gran Cumbre de Marabilia, donde rescatamos el tema esencial de la novela; y la de las intrigas de palacio, como bien dice la sinopsis.
Mi favorita ha sido, sin duda, la protagonizada por la princesa de Dione y el príncipe de Granth. No ha sido mi relación preferida de todos los libros de la serie (CREO que ese puesto lo ocupan Hazan y Clarence), pero me ha gustado mucho. Puede que sea la que se cuece más lenta de todas, lo que te hace desear más capítulos de ellos para ver cómo avanza, enganchándote sin remedio.


"¿Y si todas nos sentimos insuficientes? ¿Y si sólo somos capaces de ver lo increíbles que son las demás, pero jamás podemos creer que nosotras estemos a la altura"


En este caso contamos con cuatro personajes principales, y por ello narradores: Ivy de Dione, Fausto de Granth, Samira de Granth y Cordelia, prima de la primera.
Ivy pensaba que sería un personaje diferente al que realmente me he encontrado. Es una chica a la que siempre le han dicho cómo debe ser, y ella no se ha quejado. Es princesa. Ha nacido así. No hay más. Nunca lo ha cuestionado en voz alta, aunque no esté de acuerdo con muchas de las cosas que se le imponen. Pero, pese a sus más de veinte años de vida, no sabe quién es realmente ni qué quiere. Pero de eso no es consciente hasta que Fausto irrumpe en su vida como un vendaval y le hace ver las cosas de una manera muy diferente. A lo largo del libro veremos cómo cambia su forma de verse a sí misma y de ver la vida en general. Sus prioridades cambian radicalmente. Es una evolución muy bien llevada que me ha encantado poder seguir.
Fausto tampoco ha sido como imaginaba. Él es hombre, por lo que sus derechos son diferentes a los de sus hermanas princesas. Pero él no es como el resto de príncipes y reyes de Marabilia. Su madre, la reina Maryam le ha hecho ver desde bien pequeño todos los privilegios que tiene por su sexo, y él está completamente en contra de esas injusticias. Por eso, aunque no sepamos cuál es durante casi la mitad del libro, tiene otro motivo para ir a Dione además de la boda con la heredera del reino.
Con la princesa pequeña de Granth he tenido un enorme problema. Y es que me ha sido totalmente imposible imaginarme a Samira poco más que como una niña de diez años, pese a las cosas que hacía o decía. Os lo prometo. En mi mente ha sido una niña pequeña con ansias de aventura y de divertirse. Pero en el fondo es una mujer que toda la vida ha visto ventajas en ser la tercera en la línea sucesoria, pero que últimamente encuentra muchos problemas en ello. Siente que nadie la necesita, que estorba, que la tratan como si fuera una niña tonta que no sabe hacer nada. Se siente muy sola.
Y por último, Cordelia. Aunque al principio no lo pensé así, me ha resultado un personaje muy interesante. Una mujer adulta pero de no más de veinte años, casada y con un niño, todo porque se le ha educado para ello. A lo largo del libro veremos cómo se rompe la venda que le han puesto en los ojos y cómo es consciente de la jaula en la que ha entrado voluntariamente y de la que no sabe cómo salir.
¡No sabéis la ilusión que me ha hecho ver a personajes de libros anteriores! A mí Arthmael nunca me cayó mal (tendría que volver a leer Sueños de piedra, también lo digo, pero no creo que mi opinión cambiase demasiado) y su aparición en este libro, además de hacerme una ilusión inmensa, me ha hecho mucha gracia. No hay un rey más caradura y chulo que él. Lynne también cuenta con sus momentos de protagonismo, aunque son menores que los de Kay. Eso sí, me ha sentado fatal que únicamente se mencione en una ocasión a los ex miembros del Angelique, y que ni Clarence ni Hazan hayan aparecido por Dione.


"—Ellos tienen la última palabra. —Me escucho la voz extrañamente ahogada, como desde lejos.
No. Nunca la tienen. —me asegura—. Porque pase lo que pase, seguiremos luchando"


Los capítulos de la Cumbre pensé que me aburrirían y se me harían lentos y pesados, pero estaba equivocada. Esos momentos han sido de lo mejor de la novela. Ver a todos los reyes y reinas de Marabilia juntos, echándose puyas e intentando quedar mejor que sus enemigos, usando el sarcasmo y la inteligencia de cada uno para los diálogos. Lo cierto es que me he reído mucho.

La tercera trama de la que os he hablado antes es la de las conspiraciones de palacio. Es la que menos me ha gustado porque hasta casi el final no ha conseguido engancharme. Está protagonizada principalmente por Samira, aunque la que corra peligro sea Ivy. Y es que, como bien sabéis, hace ocho años Arthmael de Silfos, Lynne y Hazan se embarcaron en una misión para salvar a la princesa de Dione que había sido envenenada. Pues resulta que a lo largo de estos años no han sido pocos los intentos de asesinatos que se han producido en el castillo. Y ahora que la boda entre Ivy y Fausto es inminente, parece que los atentados contra la vida de la princesa han vuelto.

El ritmo de la historia es más lento que en otros libros de la serie. Se lee muy rápido, eso sí. Cuando me quise dar cuenta llevaba más de 200 páginas, pero no había pasado prácticamente nada. Las primeras páginas, teniendo en cuenta que el libro cuenta con más de 600, no me han enganchado. Leía por saber qué iba a pasar, pero no por lo que estaba pasando. ¿Me entendéis? Pero cuando las tres tramas cogen velocidad, es imposible dejar de leer. Se solapan, incluso se entremezclan, y pasas de un capítulo a otro sin darte cuenta.

Antes de acabar la reseña me gustaría destacar los agradecimientos. Al igual que la dedicatoria del principio, los agradecimientos están dedicados a las mujeres, a las que luchan y a las que no son conscientes de la jaula en la que están. Que nosotras podemos acabar con la opresión y podemos cambiar las cosas. Como dicen ellas, si estamos juntas, no habrá jaula lo bastante grande para conteneros a todas.

Tengo muchísimas ganas de leer la última parte de la serie, donde habrán pasado 10 años desde que todo empezó, con todo lo que eso conlleva. Las autoras ya han dejado caer algo por redes sociales y yo no quemo en mí de ilusión, ganas y tristeza porque se acaba una de las mejores series que he leído.


En resumen: Jaulas de seda, pese a no ser mi libro favorito de la serie, es una historia que he disfrutado. Con los derechos de la mujer como trasfondo, encontramos a cuatro personajes que se van autodescubriendo y viendo la vida de una manera diferente a cómo les han hecho verla desde siempre. Tres tramas bien diferenciadas pero que se entremezclan más de lo que parece, te mantienen enganchado desde la mitad de la novela. Lo que me ha faltado ha sido un epílogo en el que se avance algo de lo que ocurrirá el Marabilia 5.



1 comentario:

  1. Lástima que no haya sido tu libro favorito de las autoras, pero me alegro de que te haya gustado de todas formas. Yo aún no he leído nada de ellas, pese a que le tengo muchas ganas.

    Un saludo,
    Laura.

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