Reseña: 13 horas en Viena (13 horas en Viena #1)

Libro: Serie (1/3)

Autor: Paula Gallego

Editorial: Kiwi

Año de publicación: 2017

Número de páginas: 362

Precio aproximado: 16.90€

Género: New Adult

Tapa: tapa blanda con solapas

Sinopsis: Kat era divertida, apasionada y atrevida, pero sobre todo era intensa; la clase de chica por la que Erik sería capaz de perder la cabeza. Ambos hicieron un trato hace tres años: vivir un amor perfecto durante solo 13 horas y decirse adiós para siempre; jamás volverían a saber del otro y el recuerdo de esa noche en Viena permanecería intacto. Sin embargo, el destino es caprichoso y ha querido que se vuelvan a encontrar en París. Kat está decidida a no cometer un error que pueda estropear lo que tuvieron, pero el deseo puede ser devastador y persuasivo, y ambos tendrán que tomar una decisión: ¿Intentarán preservar el recuerdo de su primer amor manteniéndose alejados, o renunciarán a él y se arriesgarán a perderlo todo?

Hace tres años se celebraron los Juegos Juveniles de Viena, una serie de competiciones deportivas para jóvenes que practicaban diferentes deportes, donde el objetivo era entrenar y competir entre ellos. Kat estuvo allí. Al igual que Érik. Ellos se conocieron de una forma bastante peculiar, y disfrutaron del mejor mes de sus vidas, solo como amigos. Pero el tiempo se agota, y la última noche Kat le propuso olvidar eso y pasar juntos las 13 horas que les quedaban en Viena antes de volver cada uno a su país.

Ahora, tres años después, se han reencontrado en París, y Kat teme que el recuerdo de aquella noche quede difuminado por lo que pueda pasar entre ellos en La ciudad de la luz.

Este ha sido mi primer contacto con la autora, y lamentablemente no ha sido demasiado bueno. Tenía esta novela en casa desde que volví de la feria del libro de Madrid, pero por culpa de bloqueo lector no me había animado a leerlo hasta ahora.

El New Adult es mi subgénero romántico favorito, y la narración en primera persona en la que son ambos protagonistas los que cuentan la historia me encanta. Por eso las primera 100 páginas las leí del tirón. No solo se alternan los narradores, sino que, a través de los ojos de Erik, conocemos qué ocurrió durante ese mes que pasaron los dos en Viena. Esto fue un grandísimo punto a favor. Sin embargo, en cuanto la historia se centra en el presente, el narrador masculino desaparece, y el libro toma un ritmo mucho más lento y repetitivo.

Cuando Kat y Érik se reencuentran aparece un conflicto que se supone que debe mantener al lector en vilo, pero que a mí me ha parecido muy flojo y que se resuelve de una forma demasiado simple. Dura unos cuantos capítulos y me ha dado la sensación de que la autora deja caer demasiado el peso de la historia en ello.

El argumento del libro me pareció muy original y pensé que podrían crearse situaciones de lo más interesante. Pero no ha sido así. El tema del cortometraje está muy desaprovechado. Se podrían haber producido escenas románticas, de tensión, crearse mil y un enfrentamientos entre varios personajes... En mi opinión teníamos un argumento muy bueno que se ha desaprovechado.

Sobre los personajes, quiero destacar a los dos protagonista.

Con ella no he congeniado en ningún momento, incluso me ha llegado a caer mal. Somos totalmente opuestas, lo que en otros libros podría ser interesante y me engancha todavía más a la historia, pero aquí no. Pensamos y actuamos de forma muy diferente, y no he entendido su comportamiento en muchas de las escenas. Pero sobretodo, lo que más me ha molestado de ella ha sido el que vaya de mujer fuerte e independiente, que crea que las lágrimas demuestran debilidad, y que cuando tiene que sacar el carácter, se derrumbe.

Erik, por su parte, me ha caído mejor. Aun así lo he visto demasiado ingenuo e inocente. Creo que me gustaba más su versión adolescente en Viena que su etapa adulta en París.

Entre los personajes secundarios me gustaría hablar de Diana, la mejor amigo de Kat. Ella le ha puesto un punto de alegría a la historia y me ha encantado conocerla. Kenny, el hermano mayor de Erik, también tiene un papel clave en la historia. Él no me ha caído bien. No me ha gustado su actitud. Y por último, podemos encontrar a Max, director del corto y follamigo de Kat. Tampoco me ha caído bien en ningún momento, ni siquiera al principio.

Me da mucha rabia no haber disfrutado de este libro porque es de mi subgénero favorito y porque tenía muchas ganas de conocer a Paula Gallego. Además, lo tengo firmado y dedicado.

Este es el primer tomo de una serie, y el segundo no tengo intención de leerlo. Sin embargo, la tercera y última parte, la historia de Diana, no descarto meterla entre mis lecturas de 2019.

En resumen: 13 horas en Viena es una primera parte que no me ha convencido. Empieza muy bien, con narración compartida en la que se alterna el pasado y el presente, pero que pasadas las cien primeras páginas coge un ritmo lento y repetitivo. El argumento desaprovechado y el que no me haya caído bien la protagonista, han contribuido a que no disfrutase de este libro que tantas ganas tenía de leer.