Autor: Jennifer L. Armentrout
Editorial: Plataforma Neo
Año de publicación: 2016
Número de páginas: 465
Precio aproximado: 17€
Género: Fantasía juvenil
Tapa: formato digital
Sinopsis: Layla Shaw intenta arreglar su vida hecha añicos, tarea complicada para una adolescente convencida de que las cosas ya no pueden empeorar más. Zayne, su atractivo mejor amigo, está fuera de su alcance debido a su misterioso poder para robar el alma cuando besa a alguien. Los Guardianes, que siempre la han protegido, de repente ocultan peligrosos secretos. Y no se puede permitir pensar en Roth, el sexy príncipe demonio que la entendía como nadie lo había hecho antes. Pero a veces tocar fondo es solo el comienzo. De repente, los poderes de Layla empiezan a desarrollarse y por fin recibe la tentadora oportunidad de experimentar lo que hasta ahora se le había prohibido. Entonces, cuando menos se lo espera, Roth regresa, y trae consigo noticias que podrían cambiar su mundo irremediablemente. Por fin consigue lo que siempre ha deseado, pero con el infierno desatándose literalmente sobre la Tierra y el aumento de los asesinatos, el precio podría ser más alto de lo que Layla está dispuesta a pagar.
Nunca pensé que leería esta trilogía porque no me llamaba mucho, pero gracias al reto 12 meses, 12 recomendaciones he conocido esta historia que, aunque no estará entre mis favoritas, no me arrepiento para nada de estar leyéndola.
El principio, los primeros capítulos, son un poco introductorio porque te recuerda los acontecimientos del libro anterior. Pero eso no tiene porqué ser malo; te ayuda a situarte.
Como dije en la reseña anterior, la narración me encaja totalmente con la historia. Está escrito con frases coloquiales, de forma natural, tal y como hablaría cualquier adolescente, lo que es Layla, al fin y al cabo, por mucho demonio o guardiana que sea.
En esta segunda parte hay más acción. Todos los actos que ocurrieron al final de la primera parte han desencadenado situaciones que deben resolverse. Pero ningún bando puede hacerlo solo.
Me ha encantado la colaboración entre demonios y Guardianes por un enemigo común. Las escenas de Roth, Layla y Zayne son muy buenas. Son tan diferentes entre ellos, y ya no solo por ser de razas opuestas, que se producen situaciones muy divertidas.
El romance, ese triángulo amoroso que hay entre Layla, Zayne y Roth, cobra más peso aquí. A mí me gustan mucho los triángulos, así que esos capítulos los he disfrutado mucho.
Pero ha faltado tensión, escenas un poco más... más. La historia lo pide, tal y cómo se desarrollan los hechos son necesarias, y no están.
Durante todo el libro la actitud de un personaje no me gustado del todo porque me veía venir el desenlace y era muy cliché, demasiado. Son situaciones muy... manidas. Supongo que cuando se publicó este libro no sería un tópico tan usado, pero hoy en día es muy obvio y un poco cansado.
El final me ha parecido muy abrupto. De hecho, no pensaba que era el final. Creía que me quedaba un capítulo, por lo menos, para acabar el libro. Después de más de 400 páginas esperando ese momento (o uno parecido), no me ha parecido bien que se suelte la información y se haga bomba de humo sin dar ningún tipo más de información. De hecho, no me ha terminado de quedar claro.
En resumen: La caricia del infierno me ha gustado un poco más que su predecesora. En esta segunda parte encontramos más acción y romance, lo que hace que la historia enganche. El final me ha dejado un poco descolocada, así que seguiré pronto con el último libro de la trilogía.
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