Libro: 4/4
Autor: Elísabet Benavent
Editorial: Suma de letras
Año de publicación: 2013
Número de páginas: 542
Precio aproximado: 9.95 euros (edición bolsillo)
Género: Novela romántica adulta
Tapa: tapa blanda sin solapas
Sinopsis: Valeria está con Bruno pero ¿por qué no deja de pensar en Víctor?Valeria ha elegido no sufrir y Víctor ser sincero, ¿podrán ser amigos?Valeria titubea, calla, respira, siente...Valeria no sabe que su vida dará un giro en su próximo cumpleaños...Y desconoce que Lola, Nerea y Carmen buscan su propio final de cuento, ¿o no?
Carmen está felizmente casada con
Borja y vuelve de la fantástica luna de miel más gordita de lo normal. Y no, no
es por haberse hartado a donuts como indica Lola. Es que Carmen está embarazada
de catorce semanas...
Lola sigue luchando por la
diferencia de edad que hay entre ella y su joven ¿novio? En estos momentos
no recuerdo bien si afianzaron su relación en el libro anterior, perdón. El
caso es que ha decido dejar su trabajo, que ya no le gusta, y lo que le gusta
aún menos, tener que estar bajo la supervisión de Sergio. Pero éste le ofrece
otro puesto en la empresa ya que chicas con el currículum de Lola y los idiomas
que domina no se encuentran todos los días. ¿El problema? Que el nuevo jefe de
Lola es un hombre, que finamente dicho, le gusta muchísimo. Pero claro, ahora
que está con Rai, Lola ya no es la Lola de antes, ha cambiado, ¿verdad?
Nerea está descentrada. Sí, tiene
nuevo trabajo, uno que le encanta y le llena mucho. Y encima no le falta porque
tiene muchas bodas por concretar, pero con la ayuda de Carol, su ayudante,
puede hacerlo sin problemas. Lo que pasa es que no se quita de la cabeza lo que
ocurrió la noche del cumpleaños de Lola. Tiene que buscar otro fotógrafo al que
no quiera matar y seducir al mismo tiempo…
Valeria sigue con Bruno. Está bien,
aunque muchas veces lo finge. Le gusta pasar el tiempo con él, está cómoda a su
lado y todo eso, pero siente que le falta algo, o más bien alguien… alguien a
quién no puede tener porque no se fía, no cree que haya cambiado. Y no, no es
la hija de Bruno quién, en una encerrona de su padre, pasa un fin de semana
completo con él y su nueva novia.
¿Y Víctor? Pues él está destrozado.
Bueno, eso lo intuye el lector porque en apariencia él simplemente parece estar
tocado. El mensaje que le mandó a Valeria después de acostarse juntos el día
del cumpleaños de Lola, sigue sin respuesta. Sin embargo, habla con ella y le
pide que tengan una relación cordial. Relación cordial que él poco a poco se
encarga de que se convierta en relación de amistad.
Último tomo de la saga Valeria. Con
este libro se pone punto y final a una historia que ha durado más de dos años
en la que hemos seguido la vida de Valeria, de sus amigas y hemos tenido la
oportunidad de conocer a Víctor. Hemos visto crecer a cada uno de los
personajes, cómo superaban sus miedos y afrontaban la vida de la manera que
ellos querían y no de la que les gustaría al resto de mundo que lo hicieran.
Empezando por el principio diré que la actitud de Valeria no me ha gustado para nada. ¡Qué raro! A Paula no le ha gustado la actitud de Valeria... Si una persona te hace daño siempre eres reticente a volverte a acercar a ella por miedo a que vuelva a pasar. Pero si esa persona se está dejando la vida para que veas que ha cambiado y que no volverá a fallarte, jolín, dale el beneficio de la duda al menos. Pues no. Valeria no quiere ni oír hablar de eso. No confía en Víctor. Cree que se ha encaprichado de ella y que después de algún que otro asalto en la cama le volverá a dejar tirada. No cree que sea capaz de comprometerse con una sola mujer.
Sin embargo Víctor no desiste.
Este último tomo ha tenido menos emociones de las que creí en un principio que tendría. Está a la par con Valeria en el espejo. Venía de una intensísima historia en Valeria y blanco y negro y la primera mitad del libro me ha dejado un poco fría. Me ha dado la sensación de que las cuatro historias de las cuatro amigas se repetían a lo largo de las páginas, de una forma u otra. Era como que no avanzaban. Sin embargo, esto ha ayudado a que el personaje de Carmen, Nerea y Lola evolucione y crezca de una manera increíble.
Bruno por otro lado, me ha gustado menos incluso que en el libro anterior. En esta última parte se vuelve más celoso, más controlador y más irascible. Seamos sinceros, tiene todos los motivos del mundo y más para estar así, pero se contradice totalmente con lo que decía y hacía en Valeria y blanco y negro.
En fin, este ha sido el punto y final de una historia que ha durado más de dos añospara mí tan solo seis mesesen la que he reído, he soñado y me he enamorado. Cada personaje tiene sus más y sus menos, su forma de pensar y de actuar, sus historias tan locas como la vida misma, y es que ese es el objetivo de estos libros; una historia real, con personas reales. Para mí ya no son personajes.Y ojalá algún día hagamos como Valeria y nos calcemos unos buenos tacones, decidamos qué queremos de nuestra vida y a quién queremos en ella, luchemos por nuestros sueños y consigamos alcanzarlos. En definitiva: que pisemos fuerte allá donde vayamos, que nuestro reflejo en el espejo nos sea conocido, que veamos la vida con todos los colores del arco iris y que dejemos al mundo ver cómo somos.
Pues a mí ya me queda muy poquito para terminar la saga y ya estoy viendo que me va a dar una pena terrible. Un besote :)
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